Ruddy Willmore
Desde muy temprana edad empecé a sentir un personaje invisible me tomaba la mente y me ponía torpe y eso causaba que en la escuela mi aprendizaje fuera de muy baja calidad porque olvidaba todo lo que se me ensenaba y lo que si recordaba era a leer y a escribir.
Cada año que pasaba era como si el tiempo de detuviera y lo que normalmente le toma a un joven llegar al bachillerato a mí me tomo más tiempo de lo previsto. Estando ya en el bachillerato el personaje invisible que me atormentaba era el ángel de la muerte, eso lo entendí en esta etapa de los estudios ya tenía más edad.
Este ángel de la muerte me puso en la mente que me suicidara y escuchaba una voz que me decía que no merecía seguir viviendo si iba a seguir sufriendo, así que me dirigí a la farmacia más cercan del sector donde vivía en ese entonces y pedí dos pastillas llamadas negro eterno que se usan para dar color a las ropas, estas capsulas son bastantes toxicas y pueden causar la muerte , que era lo que el personaje me decía que hiciera, así que buque agua y me tome la primera capsula , esperando que algo sucediera y nada paso, luego tome la otra y nada y esta voz y mi mente seguían atormentándome y mi objetivo era morir esa noche, porque al dia siguiente era Lunes y las pruebas escolares comenzaban y en la condición que estaba era seguro que no las pasaría con buenas calificaciones porque tenía la mente en blanco , así que decidí salir a la parte de atrás de la casa y tome una cuerda la puse en una madera del techo y tome una silla ,al subirme para luego dejarme caer y así terminar con esta vida miserable , me lance al vacío , estaba solo y para mi sorpresa la cuerda se rompió ,aunque estaba muy apretada, sentía una lucha detrás de mí ,era como si alguien literalmente me estuviera ahorcando, tome la decisión de entrar al dormitorio de mis padres y fue ahí donde sentí que alguien desato la cuerda de mi cuello. Los años han transcurrido pude superar esta situación pero ahora sé que fue Jesús.
Mi madre al saber de todo lo que me estaba pasando, que olvida muchas cosas, me dijo, piensa positivo y toma tus pruebas en la escuela, aunque mi mente estaba en a blanco, escuche las palabras de mi madre y para sorpresa todas las calificaciones fueron excelentes.
Pero eso no termina ahí, mi situación era muy difícil, tuve que ir al psiquiatra y me medicaron, tomaba 9 pastillas tranquilizantes cada día y una para controlar los nervios para dormir.
Aun en ese proceso ingrese a la policía y luego a marina, el descontrol de los nervios estando en estas instituciones nunca se descontrolaron y Dios me sano. Si él lo hizo conmigo lo puede hacer contigo.
El 20 de octubre del 1994 le sirvo a Dios.
Soy predicador y adorador, maestro de gimnasia, casado con Carmen Mejia de Willmore , padre de tres hijos.
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